martes, 21 de junio de 2016

Palabra del día, 21 de junio

Porque las fuentes y los arroyos no son sino figuras de la gracia infinita de Dios. Porque con Él está la fuente de vida.

¡Una fuente que se surte de manantiales eternos!

Nos hablan de provisión inagotable: pan sin escasez, el aceite de oliva que habla del Espíritu Santo, la miel que habla de la dulzura de su amor, y las granadas, que son las frutas de siembra que hablan de una vida que se reproduce a sí misma en la bendición de otros.

¡Qué bendición es beber de los manantiales  y encontrar que nuestra fuerza se renueva día tras día y que la vida de Dios fluye aun dentro de nuestros órganos y nuestras funciones físicas!

¡Señor todas mis fuentes están en ti!


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