Cuál es nuestro deseo hoy? Anhelamos las cosas celestiales o estamos meramente embriagados por las terrenales?
Anhelamos disfrutar la doctrina alta del amor de Dios?
Deseamos hoy libertad y una comunión más cercana con el Señor?
He aquí yo estoy a la puerta y llamo, si alguno oye mi voz y abre la puerta entraré... Apocalipsis 3:20
El Señor, queriendo hablar de intimidad dice que está tocando la puerta de nuestro corazón y oír su voz.
Cuando el toca al corazón es porque desea una estrecha comunión con nosotros. Él tiene todas las llaves de las cámaras secretas de Dios.
Su paz sobrepasa todo entendimiento. Él hace nuestro corazón su residencia permanente, con Él llega la provisión del espíritu, el vino nuevo, el aliento y la sanidad que necesitamos.
Aspiremos conocer el amor divino de Dios en su altura, anchura y profundidad.
Señor la puerta de mi corazón cede ante la insistente y amorosa persuasión de tu Espíritu. Ven Señor Jesús. Amén.
No hay comentarios:
Publicar un comentario