La oración y la Palabra de Dios juegan un papel vital en nuestra vida. Son como una columna vertebral, son como el oxígeno a los pulmones. No podremos vivir espiritualmente sin ellas.
Perseverad en la oración, velando en ella con acción de gracias. Colosences 4:2
La orden que recibo del Señor hoy:
Perseverad en oración, velando en ella con acción de gracias.
Hoy quiero respirar el oxígeno espiritual de la Palabra de Dios a través de la oración, para darle vida a mi espíritu por el Espíritu de Dios.
Señor llévame cada día a entrar confiadamente en la sala de tu trono y al depósito de las reservas celestiales, a través de la oración y llenar mi corazón con tu gracia.
Amén.
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