sábado, 5 de diciembre de 2015

Palabra del día, 05 de Diciembre

Nuestros únicos enemigos son los enemigos de Dios. No luchamos contra hombres, sino contra perversidades espirituales. Peleamos contra el diablo, contra la blasfemia, contra el error y la desesperación, que son sus aliados. 

Peleamos contra todos los ejércitos del pecado; mas para ello no empleamos espada ni lanza.

Las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas.

Podemos estar seguros de que si estamos al lado del Señor Dios Todopoderoso, estará también a nuestro lado.
La fuerza está en Dios, que es Omnipotente.

Señor, gracias por estar a mi lado y protegerme.

Hoy El Señor peleará por mi y me defenderá.

Hoy El Señor envía ángeles cerca de mi y me guardarán en todos mis caminos.

El Señor es mi luz y mi salvación, ¿de quién temeré? Él Señor es la fortaleza de mi vida.

Deuteronomio 20:4
Porque vuestro Dios va con vosotros, para pelear por vosotros contra vuestros enemigos, para salvaros.



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