Si contemplas a Dios en la majestuosidad de su presencia algo sorprendente te sucederá.
Dios impactará con su santidad el centro de tus pensamientos, tu corazón.
Deuteronomio 6:5-9
Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma y con todas tus fuerzas. Grábate en el corazón estas palabras que hoy te mando. Incúlcaselas continuamente a tus hijos. Háblales de ellas cuando estés en tu casa y cuando vayas por el camino, cuando te acuestes y cuando te levantes. Átalas a tus manos como un signo; llévalas en tu frente como una marca; escríbelas en los postes de tu casa y en los portones de tus ciudades.
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