jueves, 19 de diciembre de 2019

Palabra del Día 18 de Diciembre del 2019

MIQUEAS 6:1-16

Controversia de Jehová contra Israel

 Oíd ahora lo que dice Jehová: Levántate, contiende contra los montes, y oigan los collados tu voz.
Oíd, montes, y fuertes cimientos de la tierra, el pleito de Jehová; porque Jehová tiene pleito con su pueblo, y altercará con Israel.
Pueblo mío, ¿qué te he hecho, o en qué te he molestado? Responde contra mí.
Porque yo te hice subir de la tierra de Egipto, y de la casa de servidumbre te redimí; y envié delante de ti a Moisés, a Aarón y a María.
Pueblo mío, acuérdate ahora qué aconsejó Balac rey de Moab, y qué le respondió Balaam hijo de Beor, desde Sitim hasta Gilgal, para que conozcas las justicias de Jehová.
Lo que pide Jehová
¿Con qué me presentaré ante Jehová, y adoraré al Dios Altísimo? ¿Me presentaré ante él con holocaustos, con becerros de un año?
¿Se agradará Jehová de millares de carneros, o de diez mil arroyos de aceite? ¿Daré mi primogénito por mi rebelión, el fruto de mis entrañas por el pecado de mi alma?
Oh hombre, él te ha declarado lo que es bueno, y qué pide Jehová de ti: solamente hacer justicia, y amar misericordia, y humillarte ante tu Dios.
La voz de Jehová clama a la ciudad; es sabio temer a tu nombre. Prestad atención al castigo, y a quien lo establece.
10 ¿Hay aún en casa del impío tesoros de impiedad, y medida escasa que es detestable?
11 ¿Daré por inocente al que tiene balanza falsa y bolsa de pesas engañosas?
12 Sus ricos se colmaron de rapiña, y sus moradores hablaron mentira, y su lengua es engañosa en su boca.
13 Por eso yo también te hice enflaquecer hiriéndote, asolándote por tus pecados.
14 Comerás, y no te saciarás, y tu abatimiento estará en medio de ti; recogerás, mas no salvarás, y lo que salvares, lo entregaré yo a la espada.
15 Sembrarás, mas no segarás; pisarás aceitunas, mas no te ungirás con el aceite; y mosto, mas no beberás el vino.
16 Porque los mandamientos de Omri se han guardado, y toda obra de la casa de Acab; y en los consejos de ellos anduvisteis, para que yo te pusiese en asolamiento, y tus moradores para burla. Llevaréis, por tanto, el oprobio de mi pueblo.

Los pueblos antiguos tenían creencias extrañas y crueles. Una era hacer pasar a sus hijos por el fuego o sacrificar a sus dioses a su bebé recién nacido con el propósito de que esos dioses les dieran lo que pedían.
Las religiones y creencias ajenas al cristianismo han buscado por todos los medios de manejar y manipular el mundo espiritual; cumplen una serie de rituales, entregan muchos sacrificios, dan grandes ofrendas con el propósito de recibir lo que solicitan.
En este capítulo de Miqueas se plantea la pregunta: "¿Qué ofreceré a Dios?" Obviamente, estaban atravesando una situación peligrosa, rodeados de peligro, a punto de perderlo todo y esa pregunta era legítima; era una pregunta correcta.
Dios le responde diciendo:"hacer justicia, amar misericordia y humillarte ante tu Dios". Los rituales y sacrificios siempre serán más fáciles; en algunos casos pueden ser dolorosos físicamente, pueden afectar la economía. Lo que Dios pide es un carácter, una actitud sincera de corazón; es un cambio interno que sea real y auténtico.
Siempre será más fácil dar dinero que buscar a quien nos ofendió y perdonarle y restaurar la relación dañada; siempre será más fácil dejar de comer algunos días que abandonar nuestro orgullo y soberbia; siempre será más fácil cumplir rituales religiosos que convertirnos en buenos samaritanos y ser de bendición para otros.

OREMOS
Señor, haz conmigo conforme a tus santos y preciosos propósitos.
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